1. Una Horma Diseñada Específicamente para el Pie Femenino

Esta es la diferencia más importante. Anatómicamente, el pie femenino suele ser más estrecho en el talón y más ancho en la parte delantera en proporción a su largo. Usar una horma masculina provoca que el talón resbale (causando rozaduras) y que los dedos estén comprimidos. Una horma femenina específica proporciona un ajuste seguro en el talón y el espacio adecuado en la punta, eliminando los puntos de presión.

2. El Peso: Un Calzado Industrial para Dama Ligero

La fuerza y la masa corporal son diferentes. Unas botas diseñadas para un hombre de 90 kg serán innecesariamente pesadas y robustas para una mujer de 60 kg. Ese peso extra en cada paso se acumula a lo largo de miles de pasos al día, resultando en una fatiga muscular significativa en piernas y espalda. Un calzado más ligero, que utiliza materiales modernos sin sacrificar la protección, marca una enorme diferencia en los niveles de energía al final de la jornada.

3. Soporte de Arco Adecuado y Específico

La estructura del arco del pie femenino también tiene sus propias características. Un soporte de arco genérico o plano, común en botas de menor calidad, puede llevar a dolores en la planta del pie y a condiciones como la fascitis plantar. Unas botas bien diseñadas para mujer integrarán una plantilla con un soporte de arco más pronunciado y adaptado, distribuyendo el peso de manera uniforme y proporcionando una comodidad duradera.

4. Mayor Flexibilidad para un Movimiento Natural

Las botas de trabajo excesivamente rígidas pueden alterar la forma natural de caminar. El calzado diseñado para mujeres a menudo incorpora puntos de flexión estratégicos y materiales en la suela que permiten un movimiento más ágil y menos restrictivo, lo que es crucial para trabajos que requieren subir escaleras, agacharse o moverse rápidamente.

5. Protección Inteligente: Zapatos con Casquillo que sí se Ajustan

La necesidad de tener zapatos con casquillo para mujer no significa que debas sacrificar el ajuste. La puntera de protección debe estar integrada en una horma femenina. En un calzado mal diseñado, el casquillo puede rozar contra los dedos o el empeine. En un modelo bien diseñado, tendrás toda la protección contra impactos y compresión, pero dentro de una bota que respeta la forma de tu pie.

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En Ten-Pac, reconocemos que la seguridad no tiene género, pero el diseño del calzado sí. Por eso, hemos desarrollado soluciones ergonómicas adaptadas específicamente al pie femenino.

Un ejemplo perfecto de este compromiso es nuestro modelo Borcegui Milenial Negro-Rosa para Dama. No es solo un diseño atractivo; es la ingeniería detrás. Su horma está anatómicamente adaptada, es más ligera que modelos masculinos equivalentes y ofrece el soporte en el arco necesario para que la comodidad te acompañe durante toda la jornada laboral.

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